25 años del BMW M3

Repasamos la rica historia de uno de los modelos más emblemáticos de la firma alemana.

Especiales | conduciendo | 17/08/2010 | Compartir

La historia cuenta que, a mediados de 1985, las revistas de automóviles de Alemania advirtieron la próxima salida al mercado del BMW Serie 3 más rápido de todos los tiempos. Los datos claves, en cada uno de los informes, revelaban que superaría a los vehículos competidores de su gama, desarrollando unos 200 caballos de potencia, una velocidad máxima de más de 230 kilómetros por hora, y una aceleración de 0 a 100 en 6,7 segundos. Sin embargo, los futuros clientes del M3 tuvieron que esperar hasta mediados de 1986 para que el sueño se haga realidad.

Uno de los pequeños problemas que surgió con el proyecto de desarrollo del M3 es que se había dejado de lado la producción del deportivo M1 con motor central. Por este motivo, el Presidente de BMW, ideó un plan para colocarle un motor poderoso a la Serie 3. Este encargo llegó a las manos del director de desarrollo de Motorsport GmbH, Paul Rosche, que había demostrado su experiencia con los legendarios Serie 5 con impulsores M y en el proceso del motor turbo de Formula 1 que llevó al brasileño Nelson Piquet a ganar, en 1983, el Campeonato Mundial con Brabham.

En definitiva, se llegó a un motor de cuatro cilindros de 2.3 litros que alcanzaba los 200 CV, acoplado a una transmisión manual de cinco velocidades que imponía su potencia a las ruedas traseras. La vida de la primera generación siguió adelante en 1988, cuando llegaron las versiones Evolution y Cabrio. De esta manera, a fines de 1991, la firma alemana se había asentado en el mercado con el gran éxito del M3.

Para 1992 se presentó el segundo M3. Más allá de su rediseño en el exterior, la principal novedad era el cambio del motor de 2.3 de cuatro cilindros por un nuevo 3.0 de seis cilindros en línea. Este incrementaba la potencia a los 286 CV, alcanzando una velocidad máxima de 250 km/h y un 0 a 100 en 6,0 segundos. El cambio también se notó en el porte del vehículo que se extendió a 4,43 metros de largo y a 1460 kilos de peso (260 más que su antecesor).

Hasta la llegada de la tercera generación en el 2000, esta versión trajo diferentes novedades, como la inclusión de los modelos cabrio y, por primera vez, el sedán de cuatro puertas. En 1995 se introdujo una mejora mecánica con la adopción del un 3.2 de 321 CV con caja manual de seis marchas. Y por último, en 1997, llegó la opción de equipar al modelo con una transmisión automática secuencial SMG.

En el nuevo milenio se presentó la tercera parte, un modelo incrementó de nuevo su potencia, su tamaño y peso. El formato Coupe llegó a los 4,49 metros de largo (6 cm más) y pesaba 1.570 kilos (110 kilos), pero gracias a su mecánica de 3.2 litros y seis cilindros tenía un tope de 343 CV que mejoraba tres décimas la aceleración. Ese mismo año se lanzó el Cabrio, pero, en esta generación, nunca se fabricó un modelo de cuatro puertas.

El modelo actual llegó al mercado en 2007 otra vez con las tres versiones: coupe, cabrio y sedan. En este caso, la marca hizo hincapié en la motorización que la subió hasta los 4.0 litros V8 que alcanza unos 420 caballos de potencia máxima. Además, sus medidas aumentaron hasta los 4,61 metros de largo y el incremento del peso sólo fue de diez kilos.

Han pasado 25 años de la inclusión del M3 a la historia de BMW. Un modelo que cuenta con una tradición única en la familia teutona y que continúa siendo una leyenda para los amantes de los automóviles.