Audi A3 2.0T

El A3 con el motor 2 litros turboalimentado parece ser la mejor variante para este compacto que, además, esta hecho con calidad y bien equipado.

Pruebas | conduciendo | 16/07/2008 | Compartir

El Audi A3 (en mucho sitios denominados A3 Sportback), particularmente en la versión probada, el 2.0 turbo nos ha deja muy bien impresionados por sus características. No sólo la calidad y el equipo, sino por sus cualidades dinámicas que lo convierten en un automóvil extremadamente divertido.

Decimos que este A3 posee máximo equilibrio porque todo esta en su dosis justa y puede ser usado para ir al trabajo todos los días o para la carretera, cumpliendo una función familiar sin dejar de lado el aspecto deportivo.

Cuando nos pusimos al volante logramos darnos cuenta que este es el motor ideal para el auto. Tal es así que no merece la pena invertir la diferencia para tener el motor de 3,2 litros que en los papeles resulta mucho más potente. El impulsor de 2 litros turbo funciona de maravilla y le ha sentado muy bien a este pequeño que se las trae en cuanto dinámica de manejo, sobre todo a la hora de acelerar y divertirse al volante.

La respuesta y los reprises se transformarán en la diversión favorita de quien conduzca este A3 con el motor turbo porque su relación peso-potencia es una de sus virtudes. Por lo demás el auto dobla bien y frena del mismo modo. No demuestra mayores imperfecciones a la hora de realizar maniobras más abruptas de lo normal.

Su caja de cambios manual es de relaciones cortas, lo que acentúa su espíritu. La sexta marcha también es una virtud a la hora de conducir, la que alivia el comportamiento del vehículo en ciertas condiciones de carretera que favorecen al confort y a los consumos para que sean más contenidos.

Sus terminaciones interiores son inobjetables y los materiales son de buena calidad. Sobresalen sus asientos en cuero y el doble techo, tanto para las plazas delanteras como para las traseras, que le dan un toque especial al modelo.

La postura de manejo –si bien con regulación manual- es perfecta para adoptar un comportamiento deportivo, dado por sus butacas un poco duras, al tipio estilo alemán.

Los comandos están bien ubicados y la iluminación general es elegante y justa. No posee excesivos botones pero cumple con las funciones necesarias. Para el caso de aquellos modelos que equipan navegador como la unidad probada, este se ubica en medio de la consola central y, si bien es un sitio adecuado, es notorio que fue instalada allí por necesidad y no como diseño original. De todos modos agrega funcionalidad y calidad al vehículo.

La habitabilidad posterior no es de lo más elogiable, pero es posible que adultos quepan sin inconvenientes, aunque no tendrán demasiado confort para sus piernas si son de estatura elevada. El maletero tiene espacio adecuado para un hatchback y es posible transportar una maleta grande y otra pequeña juntas.

Su estética exterior logra a beneficiarse de algunos elementos más deportivos que le dan un toque extra de exclusividad. Sus llantas, techo traslúcido en su totalidad y pinturas color carrocería en todo el vehículo son algunos de ellos.

Por estética, calidad y comportamiento dinámico, el Audi A3 2.0T es ideal para quien busca el máximo equilibrio en un automóvil para se utilizado todos los días.