Nissan 370Z

Pequeños cambios lo actualizan, pero el espíritu sigue siendo el mismo de siempre.

Pruebas | conduciendo | 18/12/2009 | Compartir

Difícil fue para Nissan lanzar a la calle el reemplazo del 350Z, pues no solo que este representaba la reedición de un ícono deportivo, sino que también hizo furor en las calles cuando vio la luz hace unos años atrás. Ese éxito debía tener continuidad, ofrecer algo nuevo, pero no defraudar a sus seguidores. La consecuencia fue el 370Z, el que resulta completamente reconocible y emparentable con su antecesor, pues es el mismo automóvil al cual se le agregaron algunos cambios.

La modernización fue positiva, dando ingreso a las nuevas luminarias delanteras en forma de “boomerang” entroncadas con toda la nueva línea Nissan. Por lo demás casi no cambia el diseño, salvo pequeños detalles.

El interior sí posee mayores cambios. Se lo ha rediseñado para asimilarlo al Máxima o al Murano y asemejado a los lineamientos de Infíniti. Se diferencia de estos, por los tres relojes deportivos instalados en la parte superior de la consola levemente inclinados hacia el conductor que marcan lo distintivo del modelo orientado a la deportividad. El volante también es uno de los mayores cambios.

El sillón del conductor sigue siendo de las mismas características que el 350. Cómodo, muy bajo y extremadamente deportivo, convirtiéndolo en un vehículo juvenil, porque más allá de la comodidad del asiento no es tan sencillo ingresar o salir. Eso sí, cuando el motor se enciende nos olvidamos de casi todo lo que nos aqueja por un rato, pues es placentero escuchar los 332 caballos de fuerza que se encuentran agazapados y esperando ser desafiados por el pie derecho.

La deportividad no solo que está intacta, sino que ha mejorado. Sus nuevos 3.7 litros sobre el mismo V6 de siempre rinden muy bien. Obviamente que si nos encontramos en carreteras rápidas, de reprises o con curvas es donde más se disfruta. El modelo dobla de maravillas y el conductor nunca pierde el dominio. Su transmisión de seis marchas es tan deportiva como el resto y colabora con un buen rendimiento.

El 370Z puede incluir un pack aún más deportivo que lo hará más interesante. Se incluye en él llantas y rodados más grandes, frenos especiales, alfombrillas y guardafangos diferenciados, etc. Esto está disponible para algunos mercados y es interesante su agregado por algunos dólares más pues se despierta aún más el alma del viejo Datsun.

Obviamente que recomendamos el 370Z para aquellos que no se molesten con ciertas incomodidades tales como el sonido del motor, lo bajo del auto o el poco espacio interior. Es el precio que haya que pagar por cierta estética y diversión pero que podrán ser un obstáculo para algunos casos.

Ya no pensado como los primeros 350Z, el 370 juega el rol de un buen deportivo para competir con el Audi TT o el BMW Z4, pero ya no como aquella reedición de un ícono del pasado.