Test: Alfa Romeo MiTo QV 1.4T

La variante más potente y deportiva del compacto de tres puertas de la casa italiana se destaca no solo por su figura, sino también por su completo equipo de seguridad y confort.

Pruebas | conduciendo | 23/08/2013 | Compartir

Antes de comenzar a describir las sensaciones que nos dejó el Alfa Romeo MiTo Quadrifoglio Verde es importante saber que es un vehículo que nació a partir del 8C Competizione, que es el hermano menor de la Giulietta y que le debe su nombre a la unión de Milano (ciudad donde se fundó Alfa Romeo en 1910) y Torino (localidad conocida por estos lares como Turín, y sede de la planta de fabricación Fiat Mirafiori). Otro dato a tener en cuenta es que la estética exterior la creó el diseñador automotriz rosarino Juan Manuel Díaz.

Ahora sí, vamos a centrarnos en el test. Dentro del mercado nacional el segmento de los pequeños y rabiosos deportivos parece ir creciendo poco a poco. Primero llegó el MINI Cooper S, luego arribaron el Citroën DS3;y el Audi A1 S-Line,y hace poco se sumó la edición más radical de la casa italiana. Además, hay que tener en cuenta que pronto también llegarán el Peugeot 208 GTi y el Renault Clio RS IV.

Todos estos modelos tienen varios puntos en común: la carrocería compacta de tres puertas, el aspecto idóneo para atrapar la mirada de los peatones, el reducido espacio interior y una mecánica “divertida”.

Fuera de la similitudes, cada automóvil tiene sus atributos propios y únicos que lo diferencian del resto. En el caso del MiTO QV, las primeras aptitudes ya se notan a simple vista en lo que a su diseño, dotado de la estirpe italiana, se refiere. A gusto personal, la zona frontal, con una parrilla triangular y trazos dinámicos en el capó, es de las más atractivas del mercado. Si comparamos a esta versión con el resto de la gama, sólo encontramos como detalles nuevos los tréboles de cuatro hojas (Quadrifoglio) ubicados en los guardabarros delanteros y en las llantas de aleación oscurecidas de 17 pulgadas.

Una silueta compacta que apenas supera los 4 metros de longitud (Ver ficha técnica) y que se ubica cerca del suelo nos provocó una sensación ambigua. Por un lado, sedujo y alimentó nuestro espíritu deportivo; por el otro, nos sacó muecas de dolor cada vez que tuvimos que pasar un pozo o subir un desnivel.

Dentro de la cabina es donde quizás el Quadrifoglio queda algo relegado ante sus rivales, dado que las pequeñas pantallas digitales del tablero de instrumentos, de la radio y del climatizador son algo anticuadas. Lo mismo pasa con el diseño del volante multifunción. En contraposición, a pesar de que los plásticos son duros, no hay asperezas ni elementos fuera de lugar. Asimismo, le sienta bien el revestimiento de toda la consola.

Las butacas delanteras, que son cómodas y de tipo envolvente, pueden regularse en altura, por lo que cualquier persona, sin importar su estatura, puede encontrar la posición adecuada. Justamente, que el volante también se pueda ajustar en altura y profundidad beneficia a la comodidad del conductor. Los contornos de los asientos y de la palanca de cambios llevan los colores de la bandera italiana

Si bien es cierto que quienes estén interesados en esta clase de vehículos priorizarán otros aspectos antes que el espacio, vale aclarar que, al igual que sus competidores, el MiTo no es el más agraciado en cuanto a capacidad interior. De hecho, por más que desde la compañía indiquen que hay capacidad para cinco pasajeros, la realidad es que hasta cuatro pueden viajar de manera cómoda. Los 270 litros de volumen que tiene el baúl están dentro de la media del segmento. –ver comparativa

En materia de confort este deportivo se ofrece como uno de los más completos, ya que toma ventaja a través del climatizador automático bi-zona, el sistema Blue&Me con mandos en el volante, la regulación interna de faros, el sensor de estacionamiento y los espejos exteriores calefaccionados, entre otros. Para los más exigentes, en carácter de opcionales se pueden añadir faros de Xenón, lavafaros telescópicos, tapizado de cuero Milano, techo corredizo y llantas de 18 pulgadas. Una pantalla multifunción a color sería el broche de oro.

De la misma manera que el nivel de equipamiento se ubica por encima de la media, el grado de seguridad también sobresale gracias a que de serie figuran los frenos ABS, el control de estabilidad, los siete airbags, el control de frenado en curva, los faros antiniebla y la asistencia de arranque en pendiente.

La imagen del MiTo es bonita, el espacio puede que no sea el mejor y los elementos de confort y prevención están a la altura; sin embargo, lo mejor está por venir. Oculto debajo del capó la configuración QV ostenta un motor de 1.4L MultiAir sobrealimentado que logra generar 170 caballos de potencia a 5.500 rpm y 250 Nm de torque a 2.500 rpm. De por sí , con este propulsor y con el selector de conducción DNA ubicado en el modo Normal, el andar ya es de carácter dinámico y muy estable a la vez; ahora, cuando el indicador se coloca en la posición Dynamique, las reacciones son claramente más espontáneas y el poder parece aumentar. Por su parte, la posición All Weather está enfocada en los terrenos más resbaladizos. Una caja manual de seis velocidades y el sistema Start & Stop completan la mecánica.

En conclusión, ya sea por su relación precio/producto (al momento que se realizó este test tenía un valor de mercado de 197.000 pesos), por su figura y por sus niveles de equipamiento, desde Conduciendo.com podemos afirmar que el Alfa Romeo MiTo QV es uno de los más destacados dentro del creciente segmento de los deportivos compactos.

Ver FICHA TÉCNICA