Test: Audi Q3 TDi

El SUV más pequeño de la marca alemana se destaca por su gran confort de marcha y la motorización Turbo Diesel que ofrece un reducido consumo de combustible.

Más Novedades de la industriaPruebas | conduciendo | 18/03/2015 | Compartir

Cuando años atras se presentó el prototipo Audi Cross Coupe, poco imaginaban que tiempo después llegaría a la venta un modelo de la serie Q desarrollado bajo es concepto. El Audi Q3 hizo su estreno en el mercado mundial en 2011 y un año más tarde llegó al país para competir con el BMW X1 y la Range Rover Evoque.

Este modelo que mide unos 4,38 de largo y tiene una distancia entre ejes de 2,6 metros, comparte plataforma con la Volkswagen Tiguan -algunos también consideran a este modelo como competidor-. Realmente es compacto y eso se nota porque su espacio interior no es de los mejores del segmento. Sus medidas me hacen pensar que está pensado y desarrollado para el transito en ciudad y que sus capacidades off-road son sólo para los que buscan aventuras.

Cuando hablo de que el Audi Q3 está pensado para el transito citadino lo encuadro en un vehículo que no sólo tiene un gran confort de marcha en las grandes urbes sino también en los caminos de rutas y autopistas. A nivel de los SUV compactos pocos me ofrecieron tanta comodidad para viajar. Gran parte de esta cualidad, lo gana gracias a que equipa el sistema de configuración «Drive Select» que permite diferentes configuraciones: Confort, Normal y Dynamic, para modificar la respuesta del acelerador, la transmisión y la dureza de la dirección.

Estas grandes cualidades también se deben a la excelente motorización gasolera de 2.0 litros y 177 caballos de potencia. Realmente el sonido del impulsor sólo se escucha cuando estamos detenidos y regulando. Acoplada dispone de la transmisión S-Tronic de doble embrague y siete marchas con la opción de la posición Sport para el uso de modo secuencial con levas al volante. Para un amante de las cajas automáticas, esta combinación es digna de estar entre las mejores del mercado.

Las primeras marchas se sienten algo «pesadas» porque creo que están pensadas para las personas que buscan un poco más de torque cuando están en modo off-road. Para esos caminos, equipa la traccion Quattro que actua automáticamente dependiendo la superficie en la que estamos transitando. Los restantes cinco cambios ya están configurados con una relación normal -casi inperceptibles- en busca de tener un reducido consumo de combustible.

Y aquí llegamos a uno de sus puntos más destacados, el consumo. Sus números nos arrojaron poco menos de ocho litros cada cada 100 kilómetros en ciudad y unos increibles seis litros en el tránsito extraurbano. Gracias a su autonomía y los 64 litros que carga el tanque de combustible, se pueden realizar viajes largas sin necesidad de detenerse cada 500 kilómetros. A 130 km/h, en séptima marcha, el motor regula en 2500 revoluciones por minuto.

En cuanto a diseño exterior, mantiene la línea de todos los modelos de la marca. Muchos pueden confundir a la Q3 con el Q5, y hasta algunos despitados pueden creer que es un A3 Sportback. Pero no… es un SUV con todas sus cualidades como la línea de cintura ascendte del laterales y las barras cromadas en el techo que son más de estética que de uso habitual.

Al igual que todos los modelos que Audi comercializa en el mercado local, el Q3 tiene un sinfín de opcionales que hacen que cada cliente tenga «su» modelo. La unidad que probó Conduciendo.com disponía de una gran cantidad de elementos extras que aumentan su valor considerablemente. Un ejemplo de ello, es el excelente techo panorámico que le de un «glamour» diferentes tanto en el exterior como en el interior. El baúl tiene una capacidad de 460 litros y cuenta con un auxilio temporal con llanta de chapa.

El interior también mantiene las líneas similares a todos los modelos de Audi. Si uno se sienta en la butaca del conductor con los ojos tapados en cualquier vehículo de la marca va a ser dificil saber en cual estas sentado. Más alla de que todos sean iguales, la calidad de los materiales son de nivel premium. Fabricado en España, el Audi Q3 tiene plásticos blandos con colores claros que muestran su calidad.

La consola central cuenta con el Audi MMI que, para tenerlo sólo una semana, es dificil de entender porque tiene miles de características para modificar. Sobre el panel se esconde una pantalla donde su reflejan todas las configuraciones del sistema MMI, pero donde no está presente el navegador satelital. El Bluetooth también es opcional. –ver ficha técnica

La posición de manejo es excelente y típica de un modelo SUV. Tanto la butaca como el volante se puede regular pero de manera manual. Las plazas traseras son realmente cómodas pero creo que sólo caben dos adultos.

Su equipamiento de confort es completo si se tiene en cuenta todos los opcionales que se pueden agregar. Si uno compra el Audi Q3 como llega al mercado nacional, se va a llevar más de una sorpresas. De serie cuenta con: climatizador automático bi-zona, cierre centralizado de puertas por comando a distancia, volante multifunción recubierto en cuero y apoyabrazos central de butacas delanteras. De manera opcional suma: Llave de reconocimiento a distancia al conductor, encendido automático de luces y limpiaparabrisas, asientos delanteros calefaccionables, butaca de conductor con ajuste lumbar y el techo traslúcido panorámico. –ver ficha técnica

El sistema de seguridad también sigue la línea de los opcionales. De serie equipa: Ganchos ISOFIX para ajustar silla de niños, frenos ABS con EBD, cuatro airbags, control de tracción y de estabilidad, luces de posición tipo LED y el freno de estacionamiento electromecánico. Opcionalmente puede incorporar: sistema de luces anti encandilamiento, dos airbags más, aviso de cambio de carril, faros de xenón, luces adaptativas en curvas, asistente sonoro para el estacionamiento, cámara posterior visualizadora del retroceso y sistema de asistencia al arranque en pendientes (HLA). –ver ficha técnica

En conclusión, el Audi Q3 -en todas sus versiones- era un modelo accesible y con grandes características antes de la llegada del llamado impuesto a los bienes de lujo que impuso el Gobierno. Después, su valor aumentó en casi un 100% y todas sus grandes cualidades comenzaron a tener poco sabor, si se tiene en cuenta que para conseguir un Q3 sin nigún opcional hay que gastar unos 116.150 dólares.

A pesar del alto valor, creo que es de destacar el gran confort de marcha y la excelente combinación mecánica del la motorización TDi con la caja S-Tronic de siete marchas, que le brinda un consumo de combustible que está entre los mejores del país, si se tiene en cuenta la relación consumo/prestaciones.