Test: Fiat 500 Sport

La unión de Fiat con el Grupo Chrysler derivó en la vuelta de la marca italiana al mercado estadounidense. Su presentación llega con el 500, un destacado entre la multitud americana.

Pruebas | conduciendo | 09/09/2013 | Compartir

El Fiat 500 es nuevo para el mercado de los Estados Unidos. De hecho, es el primer vehículo de la marca italiana que llega después de la unión con el Grupo Chrysler. Para muchos jóvenes, la insignia y el vehículo son algo extraño, ya que la empresa había dejado de vender automóviles en 1984 y poco conocen de ella.

Esta historía hace que este pequeño modelo se sienta bastante exótico por las calles americanas. Además, el diseño fresco y atractivo con estilo retro y los excelentes rines, dan como resultado un automóvil compacto y citadino que logra destacarse en la multitud.

Sus proporciones, la presición de la dirección, la suspensión deportiva y la transmisión manual de cinco marcas, contribuyen para que el 500 sea un modelo divertido para conducir. La potencia del motor es suficiente, pero se pone mucho más picante cuando se oprime el botón «Sport» que se encuentra en el tablero (así es como los manejamos la mayor parte del tiempo).

La posición de la butaca es bastante alta, con una excelente visibilidad y un fuerte sentido de control total. El vehículo es cómodo para manejarse en los cambios de carriles en las autopistas multitudinarias y, especialmente, sus dimensiones hacen que sea fácil encontrar lugares para aparcar.

Su interior cuenta con características estándar pero se destaca la inclusión del Blue&Me (Sistema Bluetooth de Fiat con el por voz). La unidad probada por Conduciendo.com por los caminos de los Estados Unidos estaba equipada con un navegador TomTom (disponible opcionalmente a sólo 400 dólares) que se conecta a la perfección con toda la consola central. Además, el habitáculo contiene una buena mezcla de características retro y modernas, que hacen juego con las líneas exteriores.

Sacando algunas ideas de la tendencia Chrysler, agregar controles de audio en la parte trasera de la volante. Los asientos traseros son pequeños y naturalmente diseñados sólo para dos personas, pero son realmente cómodos. Además, todavía hay un considerable espacio para ubicar equipaje en el maletero.

Cuenta con una motorización de 1.4 litros que eroga 105 caballos de fuerza. Con este propulsor obtiene muy buenos rendimientos en ciudad, haciendo que su potencia sea holgada para estos trayectos y hasta con un toque verdaderamente deportivo. En cambio, en trayectos de ruta o autopista, no se mueve con tanta soltura, pero si adapta bien gracias a la suspensión y al diseño «deportivo». A velocidades altas constantes se lo nota con un impulsor algo exigido, algo lógico para un eficiente motor 1.4 litros.

En conclusión, el nuevo Fiat 500 tiene un fuerte atractivo para los compradores jóvenes. Si consideramos que cuenta con un nuevo estilo para el mercado estadounidense y que llega en un momento perfecto, no nos extrañará verlo cada vez más rodando por las calles del país.