Test: Hyundai Grand i10 Hatch

Un modelo pequeño que se caracteriza por tener un buen espacio interior y una mejor calidad de producción que los vehículos MERCOSUR. Su valor es de $197.296.

Pruebas | conduciendo | 16/10/2015 | Compartir

Los Hyundai no son de verse asiduamente en la calle hasta que empezas a mirar con detenimiento y te das cuenta que son más de los que pensabas. Uno de sus mayores exponentes en el país es el i10 que, a pesar de competir con productos de marcas instaladas en Argentina, vendió una cantidad sorprendete de unidades.

Para complementar la oferta de este pequeño exitoso, Hyundai Argentina decidió lanzar al mercado otro (no tan) pequeño, el Grand i10 en sus versiones sedán y hatchback. Esta última variante fue la que estuvo a prueba en Conduciendo.com.

Logicamente, el Grand i10 es más grande que el i10. Es 18 centímetros más largo, 6,5 cm más ancho y 4,5 cm más amplia la distancia entre ejes. Esta amplitud dio como resultado un vehículo más aplomado en la calle, más presencia y un espacio interior mejorado con capacidad -comoda- para cuatro adultos.

El diseño exterior mantiene los lineamientos del i10 y de los últimos modelos de la marca. El frontal cuenta con la toma de aire inferior hexagonal, unos amplios faros triangulares y, por debajo, otros faros circulares de luces diurnas. El lateral sólo se destaca una bagueta de plástico negro y los pequeños neumáticos que encontramos habitualmente en este tipo de vehículos. La parte trasera se asemeja a la de sus hermanos mayores con curvas y un alerón con la tercera luz de stop integrada.

Uno de sus mejores atributos es su interior. Pero no hablo de sus materiales y su terminación, sino de su espacio. Los 4,5 centímetros que ganó se notan demasiado en la posición de las piernas de los pasajeros traseros. Con estas medidas, cuatro adultos pueden viajar por las rutas argentinas sin ningún tipo de problemas. Eso si, no lleven muchos bolsos porque sino los 255 litros del baúl no le van a ser suficientes. La rueda de auxilio tiene las mismas dimensiones que las cuatro que están rodando.

La posición de manejo es correcta. Elevada, como es habitual en el segmento, pero con regulación en altura de la butaca para acomodarse. A su vez, para mejorar un poco más la posición el volante multifunción también tiene regulación en altura.

Hyundai en este segmento tiene ventaja. ¿Por qué? Porque el Grand i10 llega importado desde India y la calidad de los materiales son mejores que los productos que se fabrican en MERCOSUR. Sinceramente no hay que hacer mucho para superar ese listón, por eso con la plásticos duros y un buen ensamble es suficiente. La consola central tiene un equipo de audio simple con Bluetooth y por debajo se ubica las conexiones de USB, Auxiliar y el toma de 12 voltios.

El motor es el mismo que tiene el i10 pero se hicieron algunas modificaciones. El 1.2 aumentó de 85 a 87 caballos de potencia, gracias a la incorporación un sistema de distribución variable. Esta mecánica se complementa con una transmisión manual de cinco marchas o una automática secuencial de cuatro velocidades. Sabiendo que es un city car y que el tránsito en las grandes ciudades no es de los más fluidos, es valido que la marca ofrezca la caja automática. La tracción es delantera.

Por supuesto, el Hyundai Grand i10 tiene una marcha impecable en ciudad. Es más, puedo decir que mejoró a la del i10, porque el aumento de distancia entre ejes le dio un poco más de confort en las suspensiones y eso se traduce que no se noten demasiados la amplios baches de Buenos Aires. Su tamaño y dirección asistida le dan una capacidad de maniobrabilidad que da gusto estacionar en lugares que parecian imposibles.

Pero… ¿Se le puede pedir un poco más? Si, porque en ruta también tiene un andar correcto. Las dimensiones le dieron más porte, los vientos laterales ya no se siente demasiado y a velocidad de ruta parece ir más aplomado. Después de un largo viaje con ruta y ciudad de por medio, el consumo mixto arrojo poco más de siete litros cada cien kilómetros. Con el tanque de 45 litros se pueden hacer unos 700 kilómetros.

El equipamiento de confort está a la altura de sus competidores regionales. Cuenta con: alzacristales eléctricos en todas las ventanas con one touch para el conductor, aire acondicionado, cierre centralizado de puertas por comando a distancia, apertura del baúl a distancia, computadora de abordo y espejos exteriores eléctricos. –ver ficha técnica

En cuanto a seguridad, dispone lo habitual de este segmento. Cumpliendo con las normas del país, equipa de serie: doble airbag frontal, frenos ABS, alerta de olvido de cinturón de seguridad del conductor, anclajes Isofix, cinco apoyacabezas y cuatro cinturones de seguridad inerciales. –ver ficha técnica

El Grand i10 es una opción diferente a los modelos del segmento que estamos acostumbrados. Creo que teniendo la posibilidad de importar todos los vehículos que necesite (tiene un cupo determinado), Hyundai estaría en competencia. Ese cupo también es un problema con el tema de conseguir repuestos ante algún desperfecto o accidente y sabemos que muchos potenciales clientes le escapan a estos productos para evitarse «problemas».

Tiene los atributos necesarios para ser un city car, pero además agrega la posibilidad de hacer un pequeño «viajecito» sin ningún inconveniente.

Sabiendo que Hyundai paga un 35% de arancel, el Grand i10 está en un valor atractivo ($197.296) para competir contra un Volkswagen Gol Trend o un Toyota Etios.