Test: Mercedes-Benz GLA 250 Urban

El SUV más pequeño de la marca alemana toma características del Clase A y de los vehículos off-road de la marca para ofrecer una combinación excelente.

Pruebas | conduciendo | 14/10/2015 | Compartir

La estrategía de las mayoría de las automotrices a nivel mundial es tener un vehículo para cada uno de los segmentos. Esta tendencia hace que a veces las marcas tengan en el mercado modelos bastante parecidos pero también brinda un abanico de posibilidades para todo los clientes. La muestra más fiel es el anuncio de la llegada al mundo de las pick-ups de Mercedes-Benz, pero eso es un tema que nos dará letra en un par de años. Otro de los «inventos» es el Clase GLA, un SUV que está desarrollado sobre la plataforma de Mercedes MFA e incorpora atributos de otros segmentos.

Siempre digo que los diseños son a gusto personal y es dificil de juzgar de «no me gusta» un modelo tan logrado por Mercedes-Benz pero siento que no termina de definirse entre un auto y un SUV. No se define porque sus líneas parecen de un hatchback con una amplia parte delantera con una parrilla importante y varios molduras en negro como defensa. Siguiendo con la línea tiene un corte trasero no tán abrupto y llantas de aleación de 18 pulgadas. De la rama del SUV se puede ver un mayor despeje al piso con respecto al Clase A (134 mm), una línea de cintura alta y el portaequipaje de aluminio en el techo.

Sus dimensiones también se asemejan a un SUV pequeño con 4.417 mm de largo, 1.804 mm de ancho y 1.494 mm de altura. Todas estas medidas son mayores al Clase A. Lo que es similar es la distancia entre ejes que alcanza los 2.699 mm. –ver ficha técnica

Su interior está emparentado con toda la nueva línea Mercedes-Benz. Esto quiere decir que tiene la clásica consola central con botoneras, tres relojes en el tablero, el torpedo central monta el comando para el sistema de navegación y multimedia y los detalles se han actualizado. De todas formas deja un espacio para mostrar su lado más juvenil, utilizando algunos materiales novedosos y la inclusión de la pantalla estilo tableta montada en la consola.

Más alla de no tener una mayor distancia entre ejes que el Clase A, la habitabilidad es más cómoda por la altura del techo. Un modelo en el que pueden viajar cinco personas. Los pasajeros delanteros son los más holgados con un reglaje eléctrico con memorias y ajuste lumbar. La posición del conductor es confortable. El volante, que se regula en altura y profundidad, está forrado en cuero y tiene las levas de cambio. Las plazas traseras son espaciosas para dos ocupantes y algo incomodas si sumamos una más.

Con una capacidad de 421 litros, el baúl tiene un doble fondo donde -aunque no lo trae- hay lugar para un auxilio. Este modelo llega al mercado argentino con neumáticos RunFlat, que permiten circular a baja velocidad con la rueda totalmente desinflada por varios kilómetros hasta encontrar un espacio para repararla. –ver ficha técnica

Desde la llegada de los últimos modelos de la gama más «económica» de Mercedes-Benz, la calidad no es la misma que los viejos modelos. Por supuesto está muy por encima de los vehículos producidos en el MERCOSUR o en México, pero no se percibe ese lujo europeo de su antecesores.

Mercedes-Benz viene acostumbrándonos a no tener selectora de cambios en los últimos modelos sino a incluir solo la posición de “D” o “R” en una pequeña palanquita detrás del volante. Esto también está incluido en el Clase GLA y de esta manera hace que haya más espacio para colocar diferentes objetos. La pantalla de siete pulgadas incluye navegador, reproductor de DVD, Bluetooth y un programa que permite ver la inclinación lateral y longitudinal del vehículo, además del grado de giro de las ruedas delanteras.

La motorización es la conocida 2.0 turbo que desarrolla unos 211 caballos de potencia a las 5.500 rpm y 350 Nm de torque entre 1.200 y 4.000 rpm. Esta unidad brinda una buena respuesta en baja y un excelente confort dinámico a velocidades extra urbanas. La versión testeada incorporaba la tracción integral 4Matic que se acopla inteligentemene cuando lo demanda el vehículo. En tránsito normal circula con tracción delantera.

Su mecánica se completa con la transmisión automática de doble embrague de siete velocidades que se puede «transformar» en manual accionando las levas detras del volante. Casi acostumbrado a manejar modelos automáticos, puedo confesar que los cambios manuales solo los utilice para divertirme un rato.

La gran mayoría de los kilómetros que le realice al GLA los hice en ruta y a una velocidad moderada. Manteniendo los niveles de las rutas argentina, el SUV consumió unos 7,5 litros cada cien kilómetros. Asimismo, en la misma distancia pero en ciudad se elevóa unos 10,5 litros.

Comparandolo con el Clase A 250 Sport, el GLA tiene suspensiones más suaves y un perfil de neumáticos más alto. Estos cambios hacen que este SUV tengo un confort de marcha más agradable que el pequeño rabioso alemán. Al incomparable estilo de marcha de Mercedes-Benz, el SUV suma la direccion con asistencia variable y una capacidad de maniobralidad llamativa. Si tuviese que elegir entre el uso en ciudad o el uso en ruta, me quedo con el segundo. Aunque pasen cientos de kilómetros, el GLA no te cansa.

Este modelo está apto para andar por caminos off-road pero no te pongas a hacer «deportes extremos» porque no es su habitat. En la consola se puede activar el Modo Off-Road, que trabaja sobre el acelerador, los controles de estabilidad/tracción y los frenos para permitir un mayor deslizamiento de las ruedas. También es posible desconectar el ESP, pero no por completo. –ver ficha técnica

En el mercado argentino, el GLA se vende en dos versiones (200 y 250 4Matic). El equipamiento de serie del modelo entrada de gama es: faros bi-xenón con luces diurnas de LED, ayuda activa para estacionar + Parktronic, asientos en cuero, climatizador bizona, siete airbags, Attention Assist, freno con control adaptativo, ABS, BAS, ESP y ASR. El 250 4MATIC suma: tracción integral, control de velocidad en pendientes y funciones para todo terreno, retrovisores con antideslumbramiento automático y abatibles eléctricamente, techo corredizo panorámico y sistema multimedia COMAND con navegador y media interface. –ver ficha técnica

En conclusión, el Mercedes-Benz Clase GLA 250 4Matic se posiciona como una opción en el segmento de las SUV compactas. Un modelo que combina características de los vehículos más pequeños con algunos atributos para un pequeño off-road.

Creo que el «jugo» del GLA se saca cuando tenemos que salir a la ruta y hacer varios kilómetros de distancia. Ahí es donde se puede encontrar todos los beneficios de este producto y es cuando empezas a soñar de tener uno en el garage. Lamentablemente, cuando pones los pies en la tierra y te enteras que hay que desembolsar unos u$s127.000-, el sueño se transforma en una pesadilla. Pero nadie puede negar que es una linda pesadilla.