Test: Peugeot 208 GTi

Se caracteriza por el poderoso y picante motor naftero turbocomprimido 1.6 THP que desarrolla 200 CV y sus líneas más deportivas. Viene de Francia y hay que pagar $372.000 para poder tener uno de ellos.

Pruebas | conduciendo | 28/03/2014 | Compartir

Comenzar a hablar en un test del precio del vehículo no es lo más adecuado, pero en este momento de la industria automotriz donde el «impuestazo» afectó a gran parte de los autos «premium» necesitamos orientar a los lectores en donde se ubica el modelo testeado, a pesar del valor que tiene en el mercado (más de 370.000 pesos).

Modelo tope de gama del segmento B, el 208 GTi llegó para ser una opción, más costosa, a las variantes fabricadas en Brasil para todos los mercados del MERCOSUR. A diferencia de sus hermanos brasileños, el deportivo se ofrece solamente en carrocería de tres puertas y tiene un diseño exterior muchos más «rabioso» con un menor despeje del suelo, una parrilla diferente, faldones, guardabarros ensanchados, llantas de 17 pulgadas, un alerón trasero y la doble salida de escape cromada.

A simple vista está clara la diferencia entre las dos variantes, pero acercándonos un poco comenzamos a ver los detalles de terminaciones y ensamblados que son superiores al modelo que se fabrica en la planta de Brasil. Además, en los laterales los espejos son cromados y muestra la sigla GTi en el parante C.

El interior también es totalmente deportivo y con algunas diferencias al convencional. Las butacas son más anatómicas, el volante más deportivo y cuenta con algunos detalles en aluminio. Las terminaciones tiene un degrade entre el color rojo y negro -no me parece de lo más lindo- y las calidades son superiores. Los materiales son agradables al tacto (plásticos blandos) y la consola central e el insturmental son similares, salvo por algunos indicadores. Los tapizados son de cuero y tela con costuras rojas y con la sigla GTi.

La posición de manejo es similar al 208 brasileño. Al igual que le modelo MERCOSUR, esta variante cuenta con el pequeño volante con una ubicación baja que hace mirar el instrumental por encima de los mandos. Claramente no es fácil acostumbrarse a una posición que cambia con respecto al 99% de los vehículos, pero con el paso de los días se transforma en algo habitual.

Teniendo en cuenta que está homologado para cinco pasajeros, claramente su habitabilidad no es de las mejores. A pesar de ello, en la prueba viajamos durante 800 kilómetros tres personas y no hubo quejas de ninguno en cuanto a la comodidad. Las plazas traseras cuentan con tres cinturones inerciales y los ganchos ISOFIX. El baúl tiene una capacidad de 285 litros (un poco más pequeño que el brasileño) porque tiene un auxilio homogéneo a los equipados en el vehículo. –ver ficha técnica

Las prestaciones es lo más atractivo del modelo. Cuenta con el conocido e histórico 1.6 THP con 200 caballos de potencia que le da un empuje y un rendimiento único. La acelaración es excelente. Después de que acopla el turbo, a las 1500 revoluciones por minuto, hasta pasar a la siguiente marcha el 208 GTi no se cansa de empujar. El impulsor está acoplado a una caja manual de seis marchas con pasos cortos y precisos, bien al estilo deportivo.

La insonorización no es de las mejores pero es algo lógico en este tipo de vehículos. En plena aceleración el sonido del escape empieza a sentirse en el habitáculo que para los amantes de los deportivos se transforma en un «ruido» placentero. Para seguir la línea atlética del modelo, las suspensiones son bastante duras que en las calles porteñas se hacen sentir. Si salimos a la ruta es un placer manejar al 208 GTi por sus características y rendimiento.

Siguiendo con sus «números», el 208 GTi puede alcanzar una velocidad máxima de 230 km/h y tiene un consumo mixto un poco superior a los 8 litros cada 100 kilómetros. La sexta marcha hace que, a velocidad promedio de ruta, el motor siempre este cerca de las 2500 rpm.

Esta claro que sus prestaciones son lo mejor del vehículo, pero yendo a su confort tampoco se queda atrás. De serie cuenta con el sistema Park Assist -estacionamiento automático-, sensores de estacionamiento, climatizador automático bi-zona, cierre centralizado de puertas por comando a distancia y apertura del baúl a distancia, encendido automático de luces y limpiaparabrisas, velocidad crucero, espejos exteriores eléctricos y rebatibles eléctricamente, computadora de abordo, volante multifunción, asientos delanteros calefaccionables, apoyabrazos central de butacas delanteras y el techo traslúcido panorámico. –ver ficha técnica

Además el sistema de audio y multimedia ofrece conexión auxiliar, audio streaming, puerto USB, Bluetooth, seis parlantes y la pantalla delantera multifunción con navegador satelital (GPS).

En cuanto a seguridad, está al nivel de un vehículo alta gama de Europa. Equipa seis airbags, frenos antibloqueo (ABS) con distribución de la fuerza del frenado electrónicamente (EBD) y asistencia al frenado de emergencia (BAS), dirección asistida adaptable a la velocidad, encendido automático de balizas en frenaje de emergencia, columna de dirección colapsable y luces adaptativas en curvas. –ver ficha técnica

En conclusión, el Peugeot 208 GTi es un modelo que saca a relucir todas las diferencias que hay entre un vehículo MERCOSUR con uno de producción europea. Queda a consideración del comprador si vale la pena gastar semejante diferencia de plata entre está opción tan radical y distintiva con el tope de gama que se produce para estas latitudes. A mi manera de ver, el GTi continua siendo un 208 y eso hace que si lo comparamos con vehículos del mismo valor pierda en varias aristas.

Además hay que tener en cuenta que la marca también ofrece la versión XY, un modelo de similares características pero con un motor un poco menos potente (156 CV) pero que cuesta unos 40.000 pesos menos.

Si sólo juzgamos sus calidades y prestaciones, el 208 GTi es un vehículo único para su segmento, pero lamentablemente (debido al «impuestazo») tenemos que ver su valor en el mercado y eso es algo que no está a su favor.