Test: Porsche Macan S

Nos subimos a bordo del hermano menor del Cayenne para conocer no sólo sus dotes deportivos sino también sus particularidades de todoterreno.

Pruebas | conduciendo | 18/03/2016 | Compartir

Poco a poco las marcas deportivas o de lujo se han animado a incorporar a su portafolio de productos los denominados Sport Utility Vehicle conocidos como SUV. De esta forma, casas como Bentley, Jaguar o Maserati (por mencionar algunas) han concretado la apuesta con sus respectivos Bentayga, F-PACE o Levante. Quizás estas decisiones se han pospuesto más de lo debido por la tradición que indica que hay que elaborar únicamente sedanes o coupés y fabricar todoterrenos podría desprestigiar a la compañía o simplemente no tener el éxito esperado. En tal caso Porsche no le hizo caso a este pre-concepto y desde hace unos años cuenta con el Cayenne entre sus filas. Gracias al reconocimiento de ese producto, la casa de Stuttgart también le dio rienda a suelta al más pequeño de la familia denominado Macan, nuestro invitado en este contacto.

 Desde su exterior, el Macan denota deportividad por donde se lo mire. Si bien su trompa es similar al Cayenne, pero más reducida, si sobresalen las llantas de 21 pulgadas que le calzan a la perfección y una protección lateral. En el sector posterior se alojan las luces alargadas de un aspecto más moderno y futurista que el de su hermano mayor. Otros detalles a relucir más allá de las cuatro salidas de escape es la ausencia de una manija para abrir el portón, simplemente se puede operar desde la llave o desde el interior del vehículo.

El interior del Macan mantiene los lineamientos del Cayenne aunque todo la disposición está compactada. Su tablero se destaca por sumar el cuenta revoluciones prominente (bien al estilo Porsche) junto a un pequeño display que muestra las informaciones básicas. La consola central “tipo avión” al igual que el Panamera o Cayenne realmente es de nuestro agrado y le sienta de excelente forma. Por encima se aprecia un reloj análogo y otro digital. En cuanto al confort de las plazas delanteras en gran parte se ha logrado gracias a las diversas regulaciones logradas para los asientos lo que permite una conducción confortable y sin sobresaltos. El déficit aparece en las plazas traseras, con un espacio acotado y justo, en parte debido al tamaño del modelo. Mas allá de ello,su espacio de carga es correcto y es el encargado de alojar a la rueda de auxilio temporal.

Por otro lado, este Macan evaluado contaba con los asientos revestidos en cuero rojo perforado que realmente le sentaban de maravillas. En sus reposacabezas el logo de la marca se hacía presente al igual que en volante multifunción forrado en piel de tres rayos. Esta pieza también ha sumado unas pequeñas ruedas de fácil accionamiento y de una operación correcta para subir o bajar el volumen del excelente sistema de sonido Bose. Para incrementar aún más su deportividad, Porsche ha sumado inserciones en aluminio cepillado. Sus terminaciones y los materiales tienen carácter premium. Entre los detalles de confort más relevantes podemos encontrar acceso y arranque sin llave, (aunque no es por un botón sino que hay un interruptor que simula ser una llave colocada), el sistema multimedia con una generosa pantalla y climatizador de tres zonas. Opcionalmente se pueden incorporar el techo panorámico y control de crucero adaptativo, entre otros.

Cabe resaltar que los técnicos de Porsche han realizado un gran trabajo para buscar el equilibrio exacto de un sonido agradable y deportivo que no afecta a la insonorización en el interior del motor V6 de 3.0 litros biturbo que desarrolla unos 340 HP. Su transmisión PDK de 7 posiciones con levas al volante junto a la tracción en las cuatro ruedas le permiten realizar un consumo estimado en 17 millas por galón en ciudad, 23 mpg en carretera, y un combinado de 19 mpg. En tanto su velocidad máxima es de 156 mph y acelera de 0 a 60 mph en 5,2 segundos.

Gracias a esta configuración el Porsche Macan es un vehículo muy divertido para conducir el cual  presenta el comportamiento de un auto deportivo debido a una dirección precisa, a la aceleración en los momentos que se necesita y también a la hora de doblar. Para concluir, sólo resta decir que nos ha parecido una fórmula acertada la de este Porsche Macan ya que combina confort con deportividad. Buena postura de manejo, gran calidad de materiales y un sistema de sonido correcto forman parte de sus puntos fuertes. Claro que si se le puede reprochar un mayor espacio para las plazas traseras.