Test: Volkswagen Suran Highline

Además de algunos cambios estéticos, la nueva Suran incorpora una motorización de 16 válvulas, transmisión manual de seis marchas y el control de estabilidad. Cuesta unos $228.000-.

Pruebas | conduciendo | 10/07/2015 | Compartir

Si tuviera que definir a la Suran en dos palabras diría que es un éxito. ¿Por qué? Porque es un modelo único en el mercado y que a simple vista no tiene competidores. ¿Por qué digo a simple vista? Haciendo un esfuerzo puedo encontrar vehículos que pueden ser sus rivales (Citroën C3 Picasso y Fiat 500L) pero que tienen una concepción totalmente diferente. Sin sombras alrededor, Volkswagen «mete», todos los meses, a su familiar más económico dentro de los diez más vendidos del mercado y, por ese motivo, lo defino como un éxito.

Claramente no soy un amante (sólo por gusto) de este modelo de la casa alemana pero «ni así» puedo discutir su funcionalidad y versatilidad. Si una familia tendría que definir en adjetivos a su vehículo perfecto creo que económico, rendidor y espacioso; estarían dentro de los primeros cinco puesto y la Suran cumple con todos ellos.

Para mantener a su gran caudal de clientes, Volkswagen fue haciendo diferentes ajustes para que la Suran mantenga su nivel. Hace poco tiempo le llegó la renovación más fuerte (sin cambiar de generación) porque se ha modificó su diseño y se agregó una motorización con 16 válvulas y más potencia.

En cuanto a los cambios exteriores se realizó un pequeño reediseño frontal que se alineó a los otros modelos de la marca con una parrilla más chica, opticas más grandes, terminaciones cromadas y una zona inferior del paragolpes con nuevos faros antiniebla. A su vez, el lateral mantiene su estética y lo único que se renovó fueron las llantas de aleación. Por último, la parte trasera también sigue siendo similar pero las opticas se modificaron en la parte interna.

El interior es similar al modelo anterior. Sólo un detallista (o un fanático) puede darse cuenta que sean cambiado algunos colores y que el volante multifuncion forrado en cuero es de la nueva generación de Volkswagen. Producido en la Planta de Pacheco, la calidad de materiales de la Suran está al nivel de los modelos MERCOSUR. O sea… No busquemos plásticos blandos y terminaciones prolijas porque no las vamos a encontrar. Un ejemplo de la durabilidad de los elementos son la «sinfonia de grillos» que había en la unidad testeada con menos de 5000 kilómetros recorridos (en modo periodistas).

Una de las mejores características de la Volkswagen Suran en su habitabilidad. Fiel a su historia, la posición de manejo es algo elevada a pesar de tener regulación manual en altura de la butaca. Tanto los pasajeros delanteros como los traseros tienen espacio para viajar cómodos. Atras hay lugar de sobra para las piernas y la cabeza (dos adultos caben a la perfección) y hay disponible una mesas rebatibles que son de gran atracción para los más pequeños.

Una gran característica del habitáculo es que el asiento trasero se puede correr hacia adelante para mejorar la capacidad del baúl. Cómodo y enorme, el baúl tiene una capacidad de 430 litros que pueden llegar a ser unos 520, si modificamos la posición de la fila de asientos, y 1580 si rebatimos los asientos y sacamos los apoyacabezas.

La gran modificación con respecto al modelo anterior es la incorporación de una nueva mecánica. La versión Highline cuenta con un motorización MSI de 1.6 litros y 16 válvulas que alcanza una potencia de 110 caballos y 155 Nm de torque máximo. Esta unidad se asocia a una transmisión manual de seis velocidades (antes tenía cinco) con un mejor escalomiento de marchas.

Con las primeras relaciones más cortas y una sobremarcha, la Suran trabaja a bajas revoluciones en ruta y eso hace más placentero y económico el viaje. El consumo en ciudad estuvo por debajo de los diez litros cada cien kilómetros y en ruta poco más de siete en la misma distancia. Para cerrar sus prestaciones, hay que tener en cuenta que los 9 cv más con respecto a su antecesor no hacen que se transforme en un vehículo deportivo pero si que mejora algunas características.

La Volkswagen Suran ha sumado un gran aliado para mejorar el comportamiento dinámico. Los problemas con los vientos laterales y para transitar a alta velocidad en las curvas son históricos de este modelo, pero la incorporación del control de estabilidad ha mejorado estas condiciones. A Pesar de ello, la altura y la silueta familiar siguen siendo «dificiles» de manejar.

El equipamieto de confort de la versión Highline está por encima de la media. Hago mención a esta variante porque los demás (Comfortline y Trendline) están bastante «pelados». Entre los más destacado se puede nombrar: control crucero, techo solar eléctrico (opcional), espejos exteriores eléctricos con funcion till down para estacionamiento y sensor de lluvia. El interior es similar en todas las opciones pero la tope de gama puede sumar el navegador y los asientos de cuero. –ver ficha técnica

Sumado al bendito control de estabilidad (ESP) con control de tracción con función activa de frío (ASR), bloqueo electrónico de diferencial y tracción inteligente (EDS), y asistente de partida en pendiente Hill-Hold Control (HHC); el sistema de seguridad suma frenos ABS, doble airbag, faros antiniebla delanteros con función de curva y luz de giro en los espejos. –ver ficha técnica

La Volkswagen Suran es única en el segmento B familiar y eso hace que sea un éxito de ventas. Se comercializa desde los $189.000- pero para alcanzar la versión Highline hay que desembolsar unos $228.000- (más opcionales), un número algo elevado para un modelo que se posiciona como una opción de primer vehículo para una familia.

En conclusión, las mejoras mecánicas, el diseño que sigue la línea de la marca, la incorporación del ESP y su histórica habitabilidad hacen que el producto alemán sea uno de los más elegidos del mercado argentino.