Volkswagen Beetle Cabrio

El auto más americano de los VW presenta un techo semi eléctrico y 150 caballos de fuerza.

Pruebas | conduciendo | 28/05/2007 | Compartir

La gama de Volkswagen para los Estados Unidos consta de modelos muy particulares, pero todos siguen una misma línea en cuanto al andar y comportamiento.

La incorporación reciente de la nueva generación del New Beetle Cabrio no hizo más que revivir el amor por los convertibles alemanes. El inmenso mercado americano brinda más de quince posibilidades a la hora de elegir entre modelos descapotables: desde los sumisos americanos como el PT Cruiser, o el Pontiac Soltice; hasta los radicales japoneses como el Honda S2000, o en menor medida el Mitsubishi Eclipse. La táctica de VW para con el Beetle es simple: andar firme y confortable. Motores eficientes y buena calidad general.

Luego de 21 millones de unidades producidas del Escarabajo, el New Beetle apareció en 1998. Este tuvo la particularidad de ser uno de los pocos modelos en la historia por contar con entusiastas hombres, pero sobre todo fanáticas mujeres. La línea circular de sus volúmenes, el andar estable y la calidad interior fueron los principios para un vehículo muy exitoso. La versión de 2007 mantiene el espíritu, pero optimiza algunos aspectos: plazas traseras, motores más ágiles y añade sistemas de seguridad.

La versión sin techo comparte la mayoría de los elementos con el modelo cerrado. Deriva de la plataforma de la familia Jetta/Golf, pero de la generación 4 (anterior). El motor que se probó era de 2.5 litros, cinco cilindros en línea y 150 HP. Con más brío que los impulsores de cuatro cilindros anteriores (1.8 Turbo de cinco válvulas por cilindro), la potencia se expresa con contundencia en regímenes medios. El consumo es bueno considerando el peso y la resistencia aerodinámica.

Con respecto al interior, mantiene las muy buenas calificaciones que siempre muestra la familia alemana. El diseño es sobrio, sin cambios con respecto a la generación preliminar. Las butacas delanteras permiten una posición de manejo razonable tanto para carretera como ciudad. La regulación es manual. El equipo principal es el siguiente: eleva vidrios eléctricos, control de estabilidad (ESP), frenos a disco con ABS, cuatro bolsas de aire, asientos de cuero con calefacción, control de crucero, y equipo de sonido con lector de MP3 y entrada auxiliar.

La capota se rebate en forma eléctrica en quince segundos. La maniobra inicial requiere soltar una manija de seguridad que se aloja en la misma lona, y encaja en el parabrisas. Luego de esta mecánica, y apretando un botón, se pliega y se deposita por detrás de las plazas traseras.

La temperatura de cada momento del año será la que ponga a juicio la apertura del techo. Durante la prueba, fue utilizado de ambos modos cuando la temperatura exterior superaba los 32 grados centígrados: con el aire acondicionado al máximo no alcanzó. El calor del sol fue más que la tecnología de VW en enfriamiento. Con el techo cerrado no tuvo mayores incidencias. La insonorización interior fue aceptable en ambos modos, siempre considerando las características de cada condición.

Contrariamente a la primera jornada de pruebas, el día siguiente la temperatura descendió más de 20 grados, hasta alcanzar los 10 grados. Aquí, también a cielo abierto, se pusieron en práctica los calefactores de los asientos, y la calefacción frontal hasta el límite: el resultado sí fue satisfactorio. Una única conclusión es necesaria incluir: la velocidad de circulación es importante: ya sea invierno o verano, a más de 85 millas por hora, el remolino de viento que se genera molesta a los pasajeros; e incluso a aquellos que tengan el cabello largo les será aún más difícil disfrutar del paseo. Por lo demás el cabrio de Volkswagen cumplió con las expectativas previstas.

A nivel estructural, cae en las fatalidades de un mercado que acepta los ruidos y molestias de los modelos convertibles; la falta de un techo desarmoniza la estructura, siendo necesarios los refuerzos en el parabrisas y chasis. Aun así (sin llegar a ser molesto o inseguro) se siente.

El Beetle es una alternativa para el cliente que disfrute los descapotables: en este auto encontrará su respuesta los 365 días del año.