Alfa Romeo 159 2.2 JTS

El modelo más vendido de Alfa Romeo se concentra en el diseño y en un público con deseo de velocidad.

Pruebas | conduciendo | 26/02/2007 | Compartir

La gama de Alfa Romeo ha ido rejuveneciendo. En la década del noventa, solo un par de modelos ocupaban las vidrieras de la marca italiana. Hoy son siete los automóviles exhibidos y ese número espera superar los dos dígitos en 2011. Están los descapotables deportivos, las versiones off road, pero el modelo estrella es sin duda el 159. Este sedán mediano destaca por sus cualidades dinámicas y un diseño muy atractivo.

El modelo que Conduciendo.com ha manejado tenía un motor de cuatro cilindros, 16 válvulas, 2.2 litros y 185 hp a 6500 rpm. Este impulsor es el intermedio en la gama, ya que por debajo se encuentra un cuatro cilindros de 160 hp, y por encima y como tope de gama, uno de seis cilindros en V de 3.2 litros y abrumadores 260 hp.

El torque del motor probado se hallaba en los 260 nm. Un valor interesante que permitía aceleraciones fuertes y mucha fuerza desde bajo régimen. Continuando con el motor, se muestra sereno y con un sonido muy particular. Ya en vueltas il belo spíritu italiano cobra vida, toda la fuerza está disponible en el píe derecho. El block es nuevo e inaugura un conjunto con una moderna plataforma, que luego será usada por algunos modelos de Fiat y Lancia.

En carretera, lugar donde el 159 se siente a gusto, fue probado durante largas jornadas: las conclusiones son positivas. El chasis juega entre un andar deportivo y placentero. Permite disfrutar de largas curvas sin preocuparse por posibles desvíos de trayectoria. Las suspensiones aportan al conjunto su pequeño detalle: son confortables, pero a la vez rígidas. Para finalizar, no se ha sentido una mala distribución de pesos, por el contrario la estabilidad general del 159 es ejemplar. Sobre todo si contamos con que la versión probada no tenía control de estabilidad (ESP).

El diseño exterior continúa con la línea planteada en 1998 por el sedán 156. Los volúmenes fueron bien distribuidos, se lo ve como un automóvil armónico, muy fiel a la escuela italiana de diseño. Las luces y la parrilla central se combinan para formar una idea de rostro malvado; sin ser esta la premisa inicial, es un concepto bastante usado por los fabricantes en la actualidad. Con una estética muy limpia, la parte frontal es uno de los puntos más atractivos del Alfa Romeo. Por debajo del grupo óptico principal se encuentran los faros rompe nieblas. Ellos concluyen con ocho faros de iluminación, lo que determina un gran poder lumínico. En ambos flancos son de fácil visión las llantas multi rayo que contenían unos muy buenos neumáticos en medida 225/50 de 17 pulgadas.

En las puertas traseras se ha discontinuado la idea del 156 de esconder las manijas de apertura en el parente C, ahora las mismas son grandes y fáciles de utilizar. La cola del auto remata la idea del vehículo. La funcionalidad de las luces está al mismo nivel de la estética.

Para sorpresa de muchos el interior poseía un nivel de materiales muy bueno, casi al nivel del Audi A4. Incluso los encajes y las vibraciones fueron satisfactorios.

En lo que respecta al diseño el trabajo realizado lo coloca en el escalón más elevado del segmento. Muy latino y pasional los instrumentos son grandes y extremadamente bellos. En el centro dos grandes tacómetros delinean las revoluciones y la velocidad en kilómetros. En el centro la pantalla multifunción agrupa muchas funciones. A la derecha en el plafón central el segundo grupo de instrumentos orientados al conductor se presenta. Temperatura de agua, y presión de aceite, además de cantidad de combustible son las tres lecturas disponibles. Por debajo el equipo de audio y el control de climatización dual completan los controles de confort.

Las butacas delanteras fueron pensadas para un uso deportivo. Poseen un agarre lateral coherente, sin hundir al conductor en una posición incomoda. Las traseras también siguen las mismas características, pero el espacio disponible no se amplio.

Para enmarcar al 159 en el mercado al cual corresponde es justo decir que rivaliza con los vehículos premium del segmento: el BMW Serie 3, el Audi A4, el Jaguar X-Type y el recientemente presentado Mercedes Benz Clase C. Y no olvidar a otros dos contrincantes muy bien armados, el Cadillac CTS y el Lexus IS. Es decir, el mercado no lo favorece, no obstante las cualidades estéticas si lo hacen. Aquel comprador que busque un automóvil tan hermoso como una obra de Da Vinci, en el 159 tendrá su respuesta.