Electrificación con el Chevrolet Camaro eCOPO
La electrificación llega al deportivo de competición con el Chevrolet Camaro eCOPO Concept, que puede ser la primera piedra para un futuro de producción.
General Motors ha decidido cambiar el rumbo de una historia que comenzó hace medio siglo. En aquel tiempo nació el primer COPO Camaro, un deportivo idea para las competencias de aceleración. Como el mercado ha ido evolucionando, al igual que las mecánicas, se presenta el Chevrolet Camaro eCOPO Concept, el primer eléctrico de la familia.
El Chevrolet eCOPO Camaro Concept va a ser develado en el evento SEMA Show de Las Vegas, donde la marca siempre dice presente con sus Camaro COPO de combustión. El prototipo ha sido desarrollado en colaboración entre General Motors y los especialistas Hancock y Lane Racing.
Si bien está destinado a las competencias de aceleración, desde la marca han asegurado que esta electrificación servirá a modo de prueba laboratorio para futuros vehículos de producción. El Camaro eCOPO no le escapa a las actualizaciones del mercado y tampoco a la motorización eléctrica.
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Debajo del capó del Camaro eCOPO Concept, que prescinde de sus motores V8, se alojan dos propulsores eléctricos que entregan una potencia de 700 caballos de fuerza y 814 Nm de par máximo. Una transmisión automática de competición Turbo 400 es la encargada de enviar toda la fuerza al eje trasero.
Para conseguir este rendimiento, el Chevrolet Camaro eCOPO Concept equipa una batería de 800 módulos, que está dividida en cuatro módulos de 200 con un peso de 79 kilos repartidos por el piso del vehículo. Dos se encuentran ubicados debajo de los asientos traseros y los restantes en el baúl, bajo el eje trasero y en el hueco de la rueda de auxilio.
Desde Chevrolet han especificado que el Camaro eCOPO es capaz de recorrer un cuarto de milla -400 metros- en 9 segundos, aunque podría mejorarse porque todavía se optimiza la puesta a punto.
Con este anuncio, el Camaro COPO comienza a transitar la nueva vida de electrificación. Puede ser un puntapié para el futuro de producción del superdeportivo que históricamente se caracterizó por el rugir de sus motores.
