Mazda CX7

Un crossover compacto ideal para la familia joven por su practicidad, extrovertida estética y vivaz comportamiento.

Pruebas | conduciendo | 12/12/2007 | Compartir

Si bien el CX7 fue pensado para competir en uno de los segmentos más populares del mercado, el de los crossovers compactos, este Mazda no es un vehículo para cualquiera. Así lo pudimos comprobar durante nuestro contacto de una semana con el modelo, que tuvo lugar en Los Angeles, California.

Por su audaz estética, este Mazda apunta sobre todo a un público jóven y/o que disfrute del manejar un vehículo con señas particulares de diseño, como sus musculosos guardabarros delanteros y su original caída del techo en el sector trasero. Más allá de estas cuestiones de estilo, el CX7 es un vehículo sumamente interesante por varios otros motivos, destacándose especialmente entre estos las prestaciones de su motor y su interesante relación precio-producto.

La estética de parrilla, la trompa puntiaguda y los remarcados vanos de ruedas hacen al CX7 fácilmente reconocible como un producto de la marca japonesa. En interior, por su parte, predominan los colores negro y grís. Los diferentes materiales y texturas del tablero nos parecieron de muy buena calidad y tacto, al igual que el tapizado de cuero (opcional) de los asientos.

Entre los sistemas para el confort se destacan el navegador satelital con reconocimiento de voz (opcional), la cámara de retrovisora de ayuda al estacionamiento, el control de velocidad crucero, el volante con botones multifunción y el audio BOSE. La mayoría de estos sistemas se controlan desde la pantalla touch screen de LCD ubicada en el centro de la consola. La misma brinda información en forma clara y precisa. Algunas de sus funciones pueden operarse también desde los botones del volante.

Las suspensiones del CX7 otorgan al vehículo un comportamiento equilibrado entre comodidad para trayectos ciudadanos y seguridad para las rutas y autopistas. Su motor de 2.3 litros de cilindrada con turbocompresor y 244 HP de potencia responde vigorosamente a las exigencias del conductor y sin acusar casi el acople de la sobrealimentación.

En las plazas traseras, 3 ocupantes adultos pueden viajar con relativa comodidad; cada uno tiene su apoyacabezas y el asiento entrerizo tiene la forma adecuada para que se sientan todos cómodos. Sin embargo, en viajes largos probablemente la falta de más espacio se vuelva patente. Los ocupantes naturales de dichas plazas son niños. Para los mismos existe además una tercera fila de asientos opcional. Las 2 filas de asientos traseras son fácilmente rebatibles.

El baul del CX7 tiene un gran volumen y el hecho de que al rebatir las filas traseras de asientos el piso quede totalmente plano resulta de gran utilidad. Un detalle muy práctico al respecto del baul del CX7 es que su piso puede quitarse y colocarse con su reverso hacia arriba. Esa cara del panel es de plástico y sirve para cargar cosas sucias en el baul y luego poder limpiarlo más facilmente.

El Mazda CX7 se comercializa en los Estados Unidos a un precio de U$S 24.385.

Prueba realizada en los Estados Unidos por Ami Shapiro
Adapatación y redacción en español por Ariel P. Lotersztein