Range Rover y el sexto capítulo de su historia
El SUV lujoso Range Rover se muestra totalmente renovado sin resignar su estilo suntuoso pero con la llegada de más tecnología.
El buque insignia Range Rover saca a relucir su sexta entrega con novedades en varios apartados luego de más de dos años de desarrollos.
Antes de entrometerse en su aspecto cabe aclarar que este SUV de gran tamaño contará con una carrocería normal y otra alargada LWB para adquirir un mayor confort de los ocupantes. Así pueden disponerse de cuatro, cinco o siete asientos.
Su diseño mantiene sus rasgos más característicos aunque presente leves modificaciones en el frontal y paragolpes.
El cambio más pronunciado lo aporta el sector trasero. Desde el portón se instalan dos faros oscurecidos y ultradelgados de ubicación vertical que se conectan con una placa decorativa y la leyenda Range Rover.
Por último los laterales ofrecen unas manijas embutidas de aspecto refinado que permiten una apertura eléctrica de las puertas.
A bordo se ha concretado una evolución técnica con la llegada de la pantalla curva asignada al tablero digital de 13,1 pulgadas y otra central de 13,1 para el sistema multimedia.
Los materiales y las terminaciones exclusivas se encuentran a la orden del día con un ambiente limpio y sobrio.
Entre los detalles de equipamiento más relevantes, el Range Rover incluye un sistema de iluminación de LED de 500 metros de alcance, o el mecanismo de eje trasero direccional.
Para moverse dispone de distintas alternativas de seis u ocho cilindros en V. Propulsores de gasolina, diésel e híbridos enchufables componen su oferta.
Los rangos de potencia comprenden desde los 249 caballos hasta los 530 CV, todos con tracción integral y la transmisión automática de ocho posiciones.
Estos híbridos enchufables consisten un bloques de seis cilindros 3.0 litros junto al impulsor eléctrico de 143 CV. En modo puramente eléctrico puede circular a 140 km/h.
El Range Rover aterriza más evolucionado y refinado que nunca.
