Test: Volvo C30 T5
Calidad, seguridad y un motor con excelentes prestaciones, son los puntos más destacados del modelo más pequeño de la marca sueca.
La llegada al país del modelo C30, hace más de cinco años, marcó un cambio en los clientes argentinos con respecto a la marca sueca. Gran parte de ese logro se dio por su llamativo diseño, con el portón trasero vidriado que mostró el nuevo camino y dejó de lado las líneas rectas y clásicas.
En 2010 recibió el último rediseño con cambios que se aprecian en las dimensiones de los faros antiniebla delanteros, en el flamante capó de perfil más deportivo y en el nuevo estilo de la parrilla. De la misma manera, ocurre en la parte posterior con la inclusión de trazos profundos y definidos y la sustitución de los paneles de plástico negro por el color de la carrocería para forjar un contacto más cercano entre ellos.
Ya fuera del mercado sueco, su país de orígen, y próximo a terminar la serie en los restantes territorios que se comercializa, el C30 tiene un sucesor -aunque no de forma directa por su formato-, denominado Volvo V40 que llegará en el mes de diciembre al ámbito nacional.
Dejando de lado la introducción al test, nos metemos de lleno en los puntos más importantes de la prueba. La unidad que estuvo en la manos de Conduciendo.com es el modelo T5 que equipa un motor de impecable rendimiento de 2.5 litros y 5 cilíndros que alcanza una potencia máxima de 230 caballos de potencia, acoplado a una transmisión manual de seis marchas con pasos precisos y cortos.
Esa sensación de placer al manejar se da gracias a la aceleración excesivamente progresiva y a la respuesta del impulsor en cualquier circustancia. Sus picos más altos de rendimiento se da en la velocidad maxima que ronda los 230 kilómetros por hora y el comportamiento dinámico. Como no todas son buenas, queda claro que el consumo es elevado, pero creemos que un cliente que busca un vehículo de estas características no se fijará en ese ítem.
Si comenzamos a descifrar los rivales directos, la búsqueda no es fácil porque no hay un vehículo de similares cualidades que el Volvo C30. Entonces hemos examinado el mercado y pensamos que los modelos más emparetados con el producto sueco, están en la línea más exclusiva de un BMW Serie 1, un Audi A3 o un Volkswagen Scirocco.
Su diseño, al igual que marcamos en la introducción, es único. Es así que el último rediseño ha marcado sus líneas deportivas en la zona frontal y el punto en conflicto se da en la luneta trasera, marca registrada de este modelo, que da una visión reducida -al igual que sus competidores- pero en comparación se podría decir que es uno de los mejores. El paquete R -línea deportiva de Volvo- puesto en la unidad probada por Conduciendo.com le da un tinte deportivo, gracias al alerón, la doble salida de escape y las llantas de 17 pulgadas.
Viajando a su interior, la calidad de los materiales y de encastres es de excelencia. Tanto la consola central como el tablero de instrumentos cuentan con una línea sobria sin demasiados detalles. La crítica llega en el acceso a las plazas traseras -dos butacas individuales, que no le otorgan espacio para un quinto pasajero- debido a dificultad en el movimiento de las butacas delanteras a la hora de acceder al vehículo.
La posición de manejo y el espacio y las comodidades para los ocupantes de los asientos delanteros es digno de un vehículo de segmento premium. Además, para completar el gran confort de marcha se notó el trabajo detallado de la insonorización.
Generalmente los espacios en este tipo de modelos son algo acotodos y es dificil encontrar un producto sobresaliente entre ellos. El Volvo C30 cuenta con un tanque de combustible de 62 litros y una capacidad del baúl es de 240 litros con un ingreso dificil dado que la luneta está partida en dos por el diseño. –ver ficha técnica–
Todo su equipamiento es completo pero nos quedamos con algunos detalles para destacar. En cuanto al confort se puede nombrar: los sensores de estacionamiento que facilitan el estacionamiento, el climatizador bizona, el techo solar eléctrico y el equipo de audio de alta fidelidad con puerto USB y conexión auxiliar iPod. –ver ficha técnica–
La palabra Volvo es la industria es casi un sinonimo de seguridad y el C30 lo hace saber. Con seis airbags, sistema de frenos ABS (antibloqueo) con EBD (distribución de la fuerza del frenado electrónicamente), control de estabilidad (ESP) y de tracción (TCS), protección contra impactos laterales y ganchos ISOFIX para ajustar silla de niños, está dentro de los modelos más equipado de su segmento.
El Volvo C30 es una alternativa desconocida para el cliente argentino, pero eso no quiere decir que no sea atractiva. Su gran motor T5, el confort en todos sus aspectos y todos los dispositivos de seguridad no colocan en un posición de lujo en comparación con sus rivales. Su gran contra es que para llegar a uno de estos modelos habrá que desembolsar cerca de 55.000 dólares.
Conocé un poco más y mirá la Ficha Técnica
